El sábado dia 10 de Abril, la Asociación ha celebrado su Fiesta Patronal correspondiente a 2010 en la hermosa localidad cacereña de JARANDILLA DE LA VERA. Un dia en el que incluso un sol primaveral quiso sumarse a tan idóneo escenario, enmarcando así un ambiente cálido y festivo, con sus retazos emotivos, en el que no faltaron los reencuentros, las bromas y los comentarios y cambios e impresiones entre los asociados asistentes y sus familiares.
Tras una visita turística por Jarandilla, nos reunimos en el Hotel Ruta Imperial, donde tuvo lugar la Asamblea General de la Asociación, que celebramos con caracter anual coincidiendo con la fiesta patronal, y a cuyo desarrollo dedicaremos otra entrada en este blog.
Posteriormente, y en el mismo lugar, compartimos unas cervezas y una comida distendida, a cuyos postres se hizo entrega de placas conmemorativas a los compañeros homenajeados por su jubilación o por cumplir veinticinco años de servicios, a quienes dedicaremos también otra entrada en este blog, para, finalmente, proceder al sorteo de regalos entre los asistentes.
Agradecemos la presencia de compañeros llegados de lugares muy distantes, incluso nos alegró tener entre nosotros a compañeros ya jubilados como Juan de la Cruz, que tanto han supuesto para la creación y mantenimiento de nuestra Asociación y conservan el entusiasmo.
Echamos de menos a nuestro Presidente Angel Casas, que ha sufrido un golpe que le mantiene una pierna inmovilizada, y a quien desde estas líneas saludamos y le deseamos una rápida recuperación.
Por último, desde la Asociación agradecemos profundamente el esfuerzo de quienes con su trabajo y su tesón han colaborado y hecho posible esta celebración, especialmente los compañeros de Jarandilla Julio, Ana, Mari Carmen y Maria José.
Un dia, en suma, distinto de los que suelen ser los habituales en nuestra profesión y que sirven para desconectar de la rutina diaria y para crear lazos entre los asociados, que muchas veces no tenemos otro contacto que el que se produce en los despachos, entre impresoras, escrituras, minutas, agobios de prisas, clientes que se impacientan y ese teléfono que no para de sonar y nos impide manifestarnos con naturalidad.
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